En el ámbito de los suministros hospitalarios, el carro de curas es un elemento esencial. Es un instrumento móvil destinado a trasladar el material necesario para las curas. Sirve de utilidad sobre todo al personal de enfermería, y les permite desplazarse por las distintas habitaciones de un centro médico transportando los suministros hospitalarios necesarios.
Existen distintos modelos, pero normalmente son de acero inoxidable y presentan una bandeja superior y varios cajones. Además, todos están dotados de ruedas para su fácil movilidad.
¿Cómo se realiza una correcta preparación del carro de curas? A continuación se explica detalladamente
Bandeja superior
La bandeja superior del carro de curas se reserva al contenedor de residuos biológicos. Los residuos biológicos son todas aquellas materias de desecho producidas en actividades sanitarias, y deben ser manipuladas y desechadas de manera prioritaria y organizada ya que suponen un riesgo sanitario y medioambiental.
Por ello, la presencia del contenedor en el carro de curas es de gran importancia. En está bandeja podemos encontrar también material punzante o cortante (tijeras, pinzas, bisturí…). Además, deben disponerse otros elementos de uso habitual como suero, desinfectantes, gasas o guantes.
Primer cajón
Dispondremos los instrumentos relacionados con la inserción de vías venosas, como catéteres, agujas y jeringas de diferente tipología. Es común también encontrar elementos utilizados para la infusión de sueros, es decir, llaves de vías para perfusiones o sistemas de regulación de goteos.
Segundo cajón
Será destinado a suministros hospitalarios que se deben conservar empaquetados hasta su uso, es decir, material de sutura (agujas e hilo), estiletes o sondas. Es importante que estos elementos se conserven esterilizados hasta el momento de su utilización en un paciente.
Tercer cajón
El tercer cajón del carro de curas suele destinarse a útiles de vendaje e inmovilización, como pueden ser vendas, esparadrapos, gasas o paños. También podemos encontrar otros elementos para el aislamiento de heridas como apósitos o algodones, que impiden que la zona afectada pueda entrar en contacto con elementos contaminantes o infecciosos.
Cuarto cajón
En este espacio podemos disponer elementos de curación algo más especializados, como pueden ser apósitos de hidrogel o cicatrizantes, pomadas desinfectantes o pulverizaciones de películas antisépticas. Estos pulverizadores actúan como un apósito en spray que genera una barrera protectora sobre la herida, favoreciendo su protección incluso si se encuentran en zonas de difícil acceso.
Quinto cajón
En el quinto y último cajón del carro de curas se situarán, principalmente, los repuestos de los suministros hospitalarios detallados con anterioridad, asegurando su disponibilidad durante todo el proceso de curación. También encontraremos otros elementos de mayor tamaño como mallas, toallas o paños.
La preparación del carro de curas corre por cuenta del personal técnico de auxiliar de enfermería. Es necesario tener en cuenta que el material del carro de curas debe ser adaptado a las necesidades de cada especialidad, ya que no se necesitarán los mismos suministros hospitalarios en traumatología que, por ejemplo, en cardiología. De igual modo, no serán necesarios los mismos instrumentos en un hospital de urgencias que en un centro ambulatorio.
Al final de cada proceso de curación o revisión del paciente, y una vez concluido el uso del carro de curas por parte del personal correspondiente, se debe proceder a su limpieza y desinfección completa. Para ello, se vacían sus bandejas y cajones para limpiar las superficies con alcohol desinfectante.
Se debe poner especial atención en el manejo y desecho de los residuos de riesgo biológico, para evitar contaminaciones cruzadas. Al final de todo este proceso, se deben reponer todos los suministros para que el carro de curas quede listo de cara a su siguiente uso.